miércoles, 24 de abril de 2019

El año en el que el Freakland se volvió granuja!!!


 
     
Son ya diecinueve las ediciones de uno de los festivales más veteranos de la escena nacional y que se lleva a cabo en Ponferrada durante la Semana Santa. Esta ciudad se convirtió, hace más de dos décadas, en uno de los puntos calientes del Rock'n'Roll gracias a las inquietudes de un grupo de jóvenes que se veían siempre condicionados a desplazarse para poder asistir a conciertos, hasta que surgió la idea de crear su propia asociación conocida por el nombre de "From Timba To Tumba". Algunos de sus miembros eran los mismos que gestionaban su propio circuito de salas allí mismo, en Ponferrada, y apostaron por acercar a sus bandas predilectas a su lugar de residencia. No conformes con eso, se dejaron llevar hasta tal punto de crear un gran evento de 3 días que aún hoy mantiene la esencia primigenia: poder agrupar en un mismo cartel lo más selecto de la escena nacional e internacional en los diferentes escenarios de la capital del Bierzo. El Freakland no solo nos acerca a la cultura "underground" a nivel musical, también nos muestran en cada una de sus ediciones la pasión por el cine y los personajes de las películas más míticas de la Ciencia Ficción, la Serie B o los monstruos de la Universal, cuidando con mucho mimo los diseños de sus carteles promocionales, donde se aprecian estas influencias y, de manera personal, admito que gran parte de culpa de la cultura que he ido mamando desde hace más de una década se lo debo a todos estos detalles que hacen del Freakland una cita especial en mi agenda y que han hecho de mí lo que soy a día de hoy. 

The Cha-Cha-Chas
En su decimonovena edición pudimos disfrutar de bandas con mucho bagaje y otras más noveles pero no menos interesantes y por primera vez en la historia del festival el primero de los conciertos se ubicó en uno de los bares más emblemáticos de Ponferrada, Morticia, cuya decoración hacen de este lugar que parezca más bien un museo dedicado al cine de terror con figuras que protagonizaron obras del séptimo arte no solo clásico, también de la época más contemporánea elaboradas artesanalmente por sus propios dueños. 

The Breadmakers
Los australianos The Cha-Cha-Chas fueron los encargados de inaugurar nueva ubicación y nueva edición. Son un dúo pero suenan a trió de garaje con una mezcla entre los Gories y los Cramps, sonido pantanoso y oscuro, un denominador común con la primera banda de la noche, los gallegos The Blind Crows. Esta formación se explaya con unos sonidos más hardrockeros. Siguiendo en la linea garajera los veteranos de Boston Muck and the Mires se vinieron arriba con algunos de sus indiscutibles clásicos como "Saturday let me down again" o el "Rompan todo" de esos legendarios de Perú que se hacen llamar Los Shakers. Por último salieron a escena la leyenda viva del garaje australiano, The Breadmakers, unos grandes desconocidos en nuestros referentes musicales pero más vale tarde que nunca para descubrir a unos veteranos del garage revival que supieron rescatar del olvido clásicos de la escena sixties como pocos saben. 

Muck and the Mires
Las mañanas más Freaks se hicieron más llevaderas entre tapas mejicanas y los diferenteres dj´s que se pusieron a los mandos del "Rompe Crismas" en la terraza del King Kong situado en pleno casco histórico de Ponferrada para ir calentando motores de las jornadas del viernes y sábado en este punto de encuentro entre bandas y público. El primer directo del viernes corrió a cargo de los madrileños Thee Braindrops, nombre extraído de uno de los Lp´s de los Fuzztones, una de las bandas garageras más influyente de la historia. Son una bomba de relojería que se activa desde el primer acorde, una auténtico desfase que se expande entre riffs abrasivos y un frontman de ascendencia japonesa que despilfarra sobre el escenario toda la actitud necesaria para volarte los sesos. 

Thee Braindrops
Con este chutazo de adrenalina en las venas nos vamos al siguiente destino para disfrutar de otra de las bandas del sello Family Spree Recordins, Los Wavy Graves, que se vinieron desde las Rias Baixas para soltar su descarga de garage, frat y rock n´ roll y cuya filosofía es la de divertirse y montar una gran juerga allá por donde pisan. Cuentan con un repertorio que oscila entre los sonidos más clásicos del Rockabilly años 50 pasando por el blues o el beat. A esto también se suman una versión del carismático Screamin Lord Stuch "Bo Meets the Monster" y "Second Cousin" de Flamin´ Groovies

El toque Folk-Rock nos lo trajo Peralta. Sus cuatro integrantes son ya unos viejos conocidos de nuestra escena con un montón de proyectos a sus espaldas que deciden reunirse para dar rienda suelta a un sonido costa oeste americano y psicodélico que desgranan a través de unas exquisitas armonías vocales, una característica que comparten con la última banda de la noche, Bronco Bullfrog, aunque en el sonido de este trió londinense se aprecia la influencia de las bandas beat y psicodélicas facturadas a finales de los sesenta sobre todo lo proveniente de Inglaterra además de jugar con unas melodías encauzadas hacia un power-pop melódico al más puro estilo sixtie californiano. Un par de bandas que sin pretenderlo dieron un toque de dulzura a este irresistible cartel. 

Bronco Bullfrog
Si todo esto nos parecía poco, aún nos faltaba por presenciar otra buena tanda de grupos para agotar nuestras últimas gotas de sudor. El grupo de Cedeira, Superser, se subió al escenario del Cocodrilo Negro en la tarde del sábado creando una atmósfera de lisergia y oscuridad que fluía entre unas composiciones en las que se mezcla el surf, blues y la psicodelía todas ellas interpretadas con una contundente voz solista. 

Superser
La noche arrancó con unos veteranos de la escena Punk Rock asturiana, The Budweisers. Fueron una banda de muy corta duración que nació a finales de los 90 y a pesar de un largo parón mantienen una actitud juvenil que transmiten a través melodías pegadizas y de apenas dos minutos de duración rebosantes de toda la energía del punk y toda la frescura del pop. Con el ambiente ya caldeado en la sala, los terrícolas que allí nos reuníamos fuimos testigos de un suceso paranormal. The Scaners, unos extraterrestres del planeta Lyon aparcaron por una noche su nave espacial para abducir a toda la congregación freak con su rock n´ roll intergaláctico, caótico y desenfrenado en forma de ondas que se emiten desde sus guitarras, theremin y sintetizador que se introducen en tu cerebro alcanzando hasta la última de tus neuronas, sus shows llegan a ser una experiencia sobrenatural no apta para seres racionales. 

The Scaners


Al regreso al planeta tierra tocaba entregar el galardón que corona a uno de los espectadores como el más carismático, divertido y cachondo de la edición y, por unanimidad el elegido en esta edición 2019 fue Telefón Granuja, un turolense de Castelserás que durante 8 años se encargó de organizar el Granuja Rock en su tierra natal y recibió su merecidisima Copa Freak de manos del maestro de ceremonias Pepe Kubrick

Telefón eres un tio grande por dentro y por fuera y te queremos muchoooo!!!!! 


Y que mejor forma de celebrar este gran triunfo que con unos tipos que saben muy bien de qué va esto de hacer Punk Rock a lo largo de sus veinte años subidos en los escenarios. The Peawees son una de las bandas más consolidadas de esta escena con una personalidad potente que se aprecia a través de un sonido propio mezclado entre garaje, R&B y el contoneo del sucio Rock n´roll. Si aún no te has decidido a pasarte por este locurón llamado Freakland espero que al menos te entre el gusanillo después de leerte estas lineas. 


The Peawees
Nos vemos en el Freakland 2020!!


Crónica realizada por nuestra buena amiga y colaboradora:
Maria Cobos


2 comentarios:

  1. Maria, la reportera más dicharachera!

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  2. Siempre un reportaje
    Cuánto costaría
    Aceptadas sus enmiendas
    Para incomodar un reportaje

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