miércoles, 17 de junio de 2020

Lithics con su "Tower of age", se marca otro de nuestros "indispensables" de este 2020


Nos ha costado mas de la cuenta hacer la reseña del último álbum de Lithics, y eso que pensábamos que nos iba a salir con la gorra, y encima siendo otro de los álbumes que copan nuestro "Hit parade" de discos indispensables de este 2020, que siguiendo la tradición que nos hemos autoimpuesto de recitar de corrido cada vez que incluimos una referencia nueva, en este momento, y sin ningún otro orden que no sea el de como ha llegado a nuestros oídos, es es siguiente: Soakie, Fried E/M. Cold Meat, Mark Vodka Group, Dadar, The Cool Green House... Y al fin y por fin, uno que no es álbum debut de su banda creadora, porque este "Tower of Age", editado por la Trouble in Mind, es ya el tercer largo de una de las formaciones mas extraordinarias, junto con Collate, de la fabulosa y vasta escena Post-Punk de Portland, sin duda en el ámbito de este genero sin rival ahora mismo a nivel planetario, y bien sabéis que la conocemos bien!


Aunque nuestro exacerbado nivel de "amateurismo" nos impida tomarnos en serio a nosotros mismos, al menos por vergüenza "torera" no vamos a caer en el error de describiros nuestra percepción sobre este disco usando las mismas pautas descriptiva que utilizamos con la última de las inclusiones en nuestra "lista fantástica", como fue la británica The Cool Green House, ambos discos completa e indiscutiblemente definitorios en muchos de sus aspectos mas notorios, de una "etiqueta" que en si misma es capaz de admitir todo lo que le eches, como son la absoluta austeridad sonora, el dislocamiento totalmente torcido y quebrado, y una linealidad vocal en la que tanto Tom Greenhouse, por la formación británica, como Aubrey Honor en está, son auténticos maestros, sin que ambas ejecuciones sean en ningún momento equiparables, aunque si es cierto que la que nos toca hoy si difiere en otro de los aspectos mas básicos que marcan a fuego este estilo, porque si bien la formación de Londres es reiterativa en grado supino hasta los mismísimos The Fall, la de Portland no maneja ese tipo de "sketchs", al  menos en tramos tan escuetos y concentrados, sin que podamos caer en el fallo de asimilarla a las históricas Kleenex, ni tengan tampoco ese "groove funkadelico" de la contemporánea Shopping, porque sencillamente este cuarteto de Oregon cumple con los cánones de un modo tan propio y singular, que la convierten en doctrina y no en doctrinaria.

Siendo en todo momento precisos y concisos, con una pasión esmeradamente matemática por la geometría cartesiana, que no deja de buscar con obstinada obsesión el mínimo común múltiplo, el nunca mas necesario bajo de Bob Desaulniers, da y suple todo el soporte melódico que puede requerir por su ausencia la impertérrita interpretación lírica de la ojiplática Honor, que salvo en contadas y efímeras ráfagas ni le da por cantar, ni evidencia nunca tipo de emocionalidad, algo que lejos mitigar, solo enfatiza una concretísima percusión, y un par de guitarras tiradas con minuciosa destreza quirúrgica.


No hay un desafiante cambio estructural en el conjunto global de estos temas que nos hagan desgajar este "Tower of age" de su proyección hasta este momento, pero que queréis que os diga, esto es post-punk... Y ademas de libro... Marky Smith se pasó cuatro décadas haciendo lo mismo, y desde que tenemos uso de razón siempre ha sido nuestra banda favorita, y que conste que aunque penséis que este comentario pudiera estar de mas, os aseguramos que no es en balde, ni hemos querido ahorrárnoslo, porque precisamente a través de el, y desde esa globalización, es de donde queremos partir para destacar esos detalles, quizás en algunos casos mínimos, pero para nosotros realmente apreciados y sorprendentes, que acertadamente han aderezado y puesto guinda a un pastel que ya era del todo apetitoso, pero que quizás sin ellos no habrían "encumbrado" este largo hasta nuestra "lista de imprescindibles", empezando por vanagloriar esos escuetos 29 segundos de un "Snake Tatto", que pareciendo mas un excelente prologo de "Twisting Vine", por cierto magnífico corte de esos pocos en que la Honor le da por entonar, a nosotros nos resulta una virguería insana de como se puede sacar partido a un "blib" de guitarra y un par de palabras en bucle...

"The Symptom", otro tema que se sale de su órbita, en un principio por sus requerimientos de metraje, que dentro de un repertorio que rara vez llega a los tres minutos, en este caso los dobla hasta casi los seis, y no por capricho premeditado, si no porque a pesar de que su comienzo sigue su habitual "modus operandi", muy pronto te das cuenta que este corte se torna en epifanía de una especie de nebuloso art-punk, tan indefinido y teórico como puntiagudo, que no le conocíamos hasta ahora, y que parece fruto de una improvisación lisérgica, tanto instrumentística como vocal, que lo convierte en uno de nuestros temas mas preferidos de un disco que ha pasado nuestro esquizoide "test" de calidad con nota, y del que no tenemos reparos en confesaros que a pesar de que el que  fue su primer avance, "Hands", sabíamos que sería una de nuestras pistas mas preciadas, no solo de este LP si no de toda su carrera hasta el momento, tiene precisamente en su siguiente corte, "Beat Fall", nuestro tema marcado como "favorito" dentro de esta colección, a pesar de que siga sus patrones mas característicos... O quizás precisamente por ello, porque Lithics nos embelesa tal y como son!

No hay comentarios:

Publicar un comentario