domingo, 18 de enero de 2015

C.W. Stoneking - Gon' Boogaloo - (King Hokum Recs. / Caroline (AU), 2014)


Un día salgo de casa, el día de Santo Tomás, feria agrícola pre-navideña, y me encuentro con un colega al que hacía casi un año que no veía. Tomamos un café protocolario. Puesta al día de cosas que nos han pasado y música que hemos escuchado en un año. No da tiempo a mucho; Yo le escribo en una servilleta; “Pablo Und Destruktion: Sangrín”. Él me escribe; “CW Stoneking: Gon´Boogaloo 2014”.

En un principio no entendía lo de la fecha, 2014. Pensaba que era parte del título del disco. Pero como tampoco le di mucha importancia a la recomendación pues lo dejé pasar. La servilleta acabó en un cajón, hasta que unos días más tarde me volví a encontrar a este colega insistiendo en que lo escuchara… Esta vez me apunté el nombre en el teléfono móvil para no perderlo, dada la presión…



Al llegar a casa busqué en Internet y encontré varios vídeos de este disco y anteriores. Incluso una versión de White Stripes que igual fue el detonante para dedicarle un rato. Si uno no ve estos vídeos y escucha por primera vez a CW Stoneking, es posible no entender muy bien qué estás escuchando, ¿un disco de pizarra? ¿Una vieja grabación que alguien ha recuperado del trastero del abuelo en algún pueblo a la orilla del Mississipi? Yo al principio no tenía claro si era un músico muerto hace 50 años, o qué, Pero no, CW Stoneking nació en 1974, es australiano y toca la guitarra y el banjo. Entonces, ¿cómo ha conseguido ese sonido?


Tal y como lo explica en la contraportada, el disco está grabado en directo; con dos micrófonos de ambiente y sin edición posterior. La “mezcla” de cada tema es la propia colocación de los músicos en el estudio, variando la distancia de cada instrumento al micrófono (Un anónimo micro Soviético, por cierto) El control de volumen lo consigue acercando o alejando a los músicos o los coros (molan mucho por cierto) a los micrófonos. Y todo esto está grabado en 2 días, aunque el proceso le ha llevado 6 largos años, tal y como lo explica él mismo.
¿Y a qué suena? La primera impresión me sonó a blues, pero con algo más. Me pareció que había algo más que lo hace diferente al clásico blues viejuno. Pero ¿por qué es tan especial? El sonido es crudo, no es que suene retro, ¡es que suena a viejo! Hay temas blues muy clásicos, “Tomorrow gon be too late”, momentos muy caóticos como en “Get on the floor”, hay swing, hay hasta rock steady como en “The thing I done”.


Todo el sonido del disco nos lleva la música hecha en los años 20 o 30. A esto le añadimos una voz rota pero cálida que nos cuenta historias sobre la jungla (tema bastante recurrente incluso en discos anteriores, con sonidos y aullidos de animales hechos con coros de voces femeninas), historias sobre el mundo rural del sur de Estados Unidos, casi narrando más que cantando. De esta manera consigue crear una atmósfera que es capaz de transportarnos en el tiempo y en el espacio hasta el delta del Mississipi en los años 30 sin que hayamos estado físicamente nunca. Y lo mejor es que lo hace de una manera honesta, se percibe el cariño con que está elaborado y que todos los detalles cuentan.


Para mí ha sido un gran hallazgo, supongo que llego tarde ya que es el sexto disco que edita, pero me pasa a menudo…Volví al cajón en busca de la servilleta y ahí estaba, arrugada y con mala caligrafía, “CW Stoneking: Gon´Boogaloo 2014”. Hay mucha sabiduría en estos papelitos que a primera vista no percibimos. Hay que hacer caso…


Reseña por Melena Simone ( Villapellejos, Los Plomos)

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