Si bien dentro de la unipersonal vorágine creativa que en desproporcionada
medida nos ha traído la reclusión de la pandemia, ha habido unas cuantas
filigranas que en verdad nos han sorprendido por una inusitada imaginación,
que encima y a pesar de ser proyectos al mas puro estilo Juan Palomo, eso que
ahora llamamos DIY, han sido llevados a termino con especial esmero,
probablemente de los que hemos conocido, el de nuestro amigo
Manolete Blanco es el que mas nos ha podido llegar a fascinar, no ya
por lo atractivo y coherente del invento, si no porque incluso a nosotros que
en estos momentos tenemos nuestra cabeza a mil kilómetros de este tipo de
sonidos, nos ha pillado totalmente desprevenidos y nos ha dado otro motivo mas
para defender aquel dogma que dice que siendo "radical" te pierdes muchas
cosas
"Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios", y antes que nada
poniendo las cosas en su sitio tenemos que decir que Meinol Meinol no
es ni mucho menos una vírica concepción, porque de hecho fue engendrado mucho
antes del confinamiento, y ya a finales de 2019 dio sus primeros directos,
aunque lo cierto y sin duda, es que el recomendado y obligado encierro seguro
que como a muchos otros músicos le ha dado a Manolete el tiempo necesario,
apartado de sus otros colectivos grupos, para centrarse exclusivamente en
este, y así dar a luz en apenas unos meses a un homónimo primer EP que fue editado a través del sello japonés "Like a Dreaming Girl", para ahora lanzar este nuevo trabajo que llevando ordenadamente el título de "II", cuenta en esta ocasión con el
sinigual respaldo de
Flexidiscos, "diskera" como siempre al quite, echando una mano como pocos a la oriunda escena de
la Terreta.
Ya que lo hemos mencionado, queremos destacar que por seguro uno de los hechos que mas nos pudo
motivar en un primer momento, y quizás lo que mas nos incitó la curiosidad
para acercarnos a algo que se escapa bastante de nuestros habituales
planteamientos sonoros, es precisamente saber que un tipo al que hace ya
tiempo que conocemos por ser capaz de compaginar su ocupación dentro de una
formación de psicodelia de calibre pesado y pedal de fuzz como
Wild Ripple,
con su labor dentro del desquiciado hardcore a degüello, crudo y directo, de
una alineación como
Paz SS, ahora
demostrando un insólito y hasta anormal eclecticismo, nos destapa una
acentuada querencia, que oyendo su buen hacer está claro que nadie se atreverá
a decir que es mero capricho, por una equidistante propuesta que abrazando el
empirismo sintético como doctrina, basa sus parámetros tanto en el House como
en el Tecno, la lisergia electrónica, el EBM y el punk sintético, siendo capaz
de combinar en justa medida todos estos ingredientes para obtener un resultado
realmente no solo llevadero, si no del todo apasionante, por parte de un
chico, que ya de por si siempre pareciéndonos interesante, parece tener aún
muchas mas ignotas facetas, que aprovechándonos de nuestra amistad el mismo
nos cuenta, además de explicarnos como llegó a publicar una primera referencia con el sello japonés, y que si como nosotros piensa que si este
año esta siendo asombroso creativamente, se lo debemos "agradecer" en parte a
la puñetera pandemia:
"Con Meinol Meinol empecé a principios de 2019. Podría decirse que es el
proyecto en el que puedo volcar todas mis energías sin tener la necesidad
trabajar con unas bases establecidas. El objetivo de esta propuesta es
canalizar mi inquietud musical sin tener la presión de agentes externos.
En resumidas cuentas hacer lo que me de la gana He sido siempre una
persona que escucha mucha música. Y los Valencianos tenemos cierta
atracción por la música electrónica, además desde bien joven pude
disfrutar de las discotecas e ir a fiestas donde se ponía buena música. En
los últimos años garitos de Valencia como el extinto Umbral y Nvcli
hicieron que volviera a brotar el germen del maquineo que hay en mi y el
de muchos compañeros de la escena."
Editar el primer EP con
Like a Dreaming Girl
fue toda una sorpresa. El sello recién había publicado una reedición del
primer disco de Paz SS, y tras entablar con el responsable de la
discográfica una amistad por correspondencia, se lo propuse. Les gustó el
proyecto y salió. Ha sido brutal debutar con sello japonés. Una excusa más
para volver a visitar aquellas tierras.
El hecho de no poder dedicar tiempo a los bolos, y la reclusión de la
pandemia quizás haya sido un aliciente. Colmar la necesidad de la gente
que crea música y quiere expresarla de alguna manera. En este caso al no
poder ejecutarla en directo creo que hace que los discos evolucionen más
rápido y se ejecuten con más frescura."
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