Nunca habríamos llegado a pensar que era posible que aquella gloriosa atrocidad sonora que fue "Un último ultrasonido nació y murió en Barcelona" publicada por La Vida es un Mus en formato 12" en 2017 pudiera dar pie en algún momento a una continuación que fuera al menos capaz de equipararse con aquella tan extremista, inconformista y negadora visión del "todo". De hecho nunca nos dio por pensar que tan tamaña gesta pudiera ser repetida nunca jamas por el bien de la humanidad, aunque Barcelona ya nos había traído una primera muestra de su pernicioso, adverso y confrontador rodillo de rotundidad, con una primer mini-lp en 2015, de mas que definitorio y apropiado título, "Extremo nihilismo en Barcelona", que ya exhumaba y rezumaba una determinante y dañina frustración que era materializada a través de un hardcore enfermizo y extremadamente violento, que nos sorprendía con una vocalista realmente prodigiosa y aterradora que era capaz de inculcarte su odio patolóigco y totalmente real al exhalar una lírica tan desalentadora y sombría como ferozmente atinada, que por esa misma cualidad, a pesar de tal nivel de beligerancia sónica, siempre desde un primer momento fue respetada, y nunca arropada de tal modo como para ser solapada con tan despiadado instrumentaje.
Si cuando hace unos meses al reseñar la re-edición del "Too Many Humans" de nuestra por siempre favorita No Trend, y quizás de ahí venga nuestra irremisible querencia por esta formación, ya contábamos como la formación de Maryland fue capaz de llevar el termino "Hate punk" hasta limites literal y morbidamente reales, Barcelona, siempre con todo el respeto que tenemos por Mentges y los suyos, ha sido capaz... No nos gustaría decir "de recrearlos", porque quizás ese verbo implique una connotación de "interpretación" que no cabe en unas maneras que son tan realmente temibles y soliviantan de modo genuino y verdadero a la hora de ser oídos, si no mas bien equipararlos, e incluso superarlos, a la hora expeler la rabia y la colera de un modo tan visceral.
Temas como "Salvajes" o "Me jode la felicidad ajena", líricas tan explicitas y panfletarias como "Humano con humano me sobra, carne contra carne mata... Matar, matar, matar, matar, matar, matar, matar...", "Con cuatro ladrillos construyo esta carcel, me obligan a encementar a otros salvajes, también pagaran por su libertad" o "Todo es este instante y te lo has perdido, soy el peor enemigo de dios, abrazo la violencia y la destrucción" y además contando con la "versión" mas vil y pérfida que Sara Montiel jamas hubiera imaginado del "Fumando espero", hemos sabido que en realidad esta nueva referencia que de nuevo edita el sello londinense, esta vez en 7", no es un nuevo trabajo de esta banda... Menos mal! Porque no queríamos pensar que tal bestialidad insana tuviera continuidad, si no que salen de aquellas mismas sesiones que originaron su disco de hace ahora casi tres años, que en realidad estaba pensado como un doble álbum, y que ahora condesa estos ocho temas en un single que con el apropiado nombre de "Residuos del Ultrasonido", bien indican que quizás siendo estos, "restos" defenestrados y hasta desechados de aquel disco, lo que no cabe duda es que algunos de estos temas, si no todos, son verdaderas joyas ásperas y zainas, que afortunadamente nunca quedaran disipadas en el ostracismo del olvido.
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