Si a mediados de junio os presentábamos y alucinábamos con su ultima floritura, editada por la siempre fabulosa Goodbye Boozy, entonces firmada junto a los "intratables" Thee Artificial Rejects, esta vez TJ Cabot, la ultima reencarnación casera de Tyler Boot de los Nerve Button o la fabulosa Phone Jerks, nos demuestra haber estado todo el verano construyendo una chatarristica maquina del tiempo que fuera capaz de trasladarlo a un único y mítico momento, que fue aquel que se dio en 1975 en el 729 de la neoyorquina séptima avenida, justo cuando los Ramones grabaron sus mas primerizas demos en los estudios Dick Charles, que es de donde coge su título este EP.
Allí, Boot, teletransportado junto su portátil de 2010, asistió clandestinamente a uno de los momentos mas emblemáticos e incipientes de la historia del punk, donde alucinó viendo como la que después sería una de las formaciones mas importantes (quizás la que mas) e influyentes que haya existido, grababa las mas vespertinas versiones de piezas que luego habrían de convertirse en míticas, tiradas en un estilo y forma entonces totalmente desconocido, siendo el agazapado Tyler el único, que sabiéndolo, valoraba la real importancia de aquel instante!
Cuando aquellos desgarbados tipos abandonaron el local, fue el momento en que Tyler, impregnado de aquel furibundo y maravilloso hedor, saco su viejo ordenador, y tirando tan solo de su integrado micrófono interior y el software de"Audacity", se dispuso a grabar en una mas que decente "baja fidelidad", el puñado de canciones que llevaba preparadas, infusionadas por tantos años de adoración a la épica banda de la gran manzana, que comenzaban con la única versión incluida entre ellas, que era el "I Don't Wanna Get Involved With You" de Dee Dee.
Ojo! No que esto es un chabacano refrito hecho con prisas, harto de cerveza a lo Juan Palomo, y que suena como dios quiera... Los medios son los que son, y dan para lo que dan, pero el sonido es la mar de decente dentro de sus posibilidades, y los temas están bien compuestos, creados con mimo y realmente bien adaptados en tiempos y formas a aquel primigenio estilo que hizo a este grupo tan extremadamente especial y característico, así que disfrutadlo, pero también valoradlo... En su justa medida, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario