Y otro miércoles, y otro nuevo single y otro nuevo gorro de baño para esa fabulosa cabeza que se marco Fernando Luzifer del Lucernario, para esta brillantisima portada de ese primer y tan ansiado debut EP de nuestros "pesados" favoritos, Los Plomos, y aunque solemos utilizar, y por qué no, abusar, de ese pronombre posesivo, "Nuestros", verdaderamente, todo el intercambio de información y todas las charlas que nos estamos pegando hacen que realmente amemos a estos tipos, verdaderos dandis del Rock'n Roll... a los que os aseguramos que no les regalamos absolutamente nada, de hecho lo único que nos convenció para hacer esta historia conjunta con ellos fue la enorme calidad de los cuatro temas que nos pasaron, (Os recuerdo que a parte de este, aún queda uno) y por supuesto que su tercer single, probablemente uno de sus temas mas "Rock'n Rolleros", el que corresponde en autoría a Fernando Ulzion, al encargado de poner el saxo y mucho de lo "inconfundible" de su sonido, no iba a ser una excepción.
Ulzión en pleno frenesí. Foto: David Latxeli
"Zapatos de pie humano" es el tema en cuestión del que estamos hablando, el que ha tocado destapar hoy, un tema que surgió de las sesiones que la banda tuvo después de su importante concierto el 21 de Febrero de este año en el Hika Ateneo.... después de un frenético comienzo la banda necesitaba una pausa, reestructurarse para el gran salto:
"Necesitábamos parar de dar bolos. Por aquella época los directos los
llenábamos con algún material prestado de Villapellejos y el material propio
que aún era limitado. Estaban surgiendo muchas ideas en el local y eran
imposibles de definir porque siempre había un concierto a la vista. Así
que decidimos parar y centrarnos en los ensayos. Los Plomos se estaban
preparando para comenzar a hablar y buscar su propio lenguaje.
Nos
vino muy bien esa pausa. Estructuramos de nuevo todos los temas y
empezaron a surgir nuevos espectros. De una de esas sesiones surgió
"Zapatos de pie humano". Ulzión puso un rockabilly acelerado sobre la
mesa y nos pusimos todos a trabajar en el tema. Otra vez volvía a haber
miles de juguetes sobre la mesa. En cada ensayo todo el mundo traía una
idea nueva..."
Y es así como surge esta fetichista y macabra historia que podría servir para amenizar cualquier matanza propia de Kill Bill... Rock´n roll con sonido totalmente propio, de teclado colosal y pertinentemente acertado con letal saxo tirado en el momento justo y oportuno para dar ese inigualable toque plomizo para que quede totalmente ambientado y engrandecido a base de guitarra de maravilloso y acertado twang "Rockabillesco":
“Zapatos de pie humano” es un tema que se puede entender a tres niveles diferentes. Por un lado está la historia: la vida de un ciudadano ejemplar que asume que la humillación, la mediocridad y la explotación son las materias con las que están fabricados los sueños. Pero esconde una ligera desviación, un deseo desordenado: la pulsión incontrolable por los pies humanos. En última instancia el ideal supremo son los pies del ser que más le humilla: su jefa. Se los corta, los guarda en una caja y sólo se los pone para bailar. Otros encuentran su orgullo en forma de coche cromado, chupa de cuero o peinado engominado.
En segundo lugar “Zapatos” funciona como arquetipo de canción pop-rock: ama a su padre y a su vez lo niega y lo rechaza. Es un juego de opuestos: se mueve entre la obediencia de la norma y la insumisión; la disciplina extrema y el descontrol; la repetición de patrones y su ruptura; la pertenencia a la tribu y la rebeldía. Padece una bipolaridad crónica: el vicioso y sodomita fruto de Satán Little Richard seguido del devoto predicador amante de Dios Richard Wayne Penniman. Además está su obsesiva retroalimentación, como un perro que no puede dejar de chuparse el rabo. En concreto, en “Zapatos” hay dos referencias claras: “Blue Suede Shoes” de Carl Perkins y “These Boots are make for walkin`” del inmenso Lee Hazlewood. Escuchen ese prodigioso solo de guitarra que se saca de la manga el monumental Cobos Pellejo: es la piedra filosofal del rockabilly ancestral, el espíritu del Johnny Burnette Trio surgiendo de su sepulcro.
Para acabar, a un nivel de forma, la canción tiene una estructura cósmica. Está formada por un preludio, tres partes centrales y un posludio que representan,respectivamente, la nada, las tres etapas de la vida (nacimiento, vida y muerte) y el caos. Todo está ligado a la idea del ciclo, la repetición, lo circular, que es, a su vez, la esencia de la música: como una turbina que genera electricidad, una lavadora centrifugando o un vinilo dando vueltas."
Fernando Ulzion: Este tema lo grabé en casa con una linea esqueletica de saxo, dos notas de teclado, pandereta y mis berridos. Una criatura horrorosa (algún día deberían salir esas grabaciones bizarras junto con desvarios de local...)
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